miércoles, 1 de junio de 2011

La jornada escolar
A la hora de tomar decisiones en relación con la jornada escolar, el departamento de Educación del Gobierno aragonés ha actuado de manera razonable. Ha optado por mantener el actual horario de los alumnos y abrir la puerta a una negociación con los profesores a fin de que éstos sí puedan organizarse para tener alguna tarde libre.
En este asunto entran en juego diversos intereses. Los que se manifiestan de forma más expresiva corresponden a los docentes, que desde hace tiempo manifiestan su deseo de ir hacia la jornada intensiva, y a los padres, que en general prefieren la jornada partida. Pero además están los alumnos. Y cabe preguntarse si las niñas y niños que acuden a las clases de Primaria están en condiciones de afrontar seis horas seguidas de actividad escolar.
La clave está en cómo se organizan los recursos humanos con que cuentan los centros, y sobre todo en que dichos recursos sean suficientes para la meta educativa que se persigue. Si las plantillas son las adecuadas en número y en cualificación, no parece imposible acordar una jornada escolar apropiada para los alumnos y sus familias... y para los profesores. Será la alternativa más lógica.
COMENTARIO DEL TEXTO
Uno de los temas que íbamos a tratar en la clase de organización era  las jornadas continuas y partidas, de lo cual trata el anterior artículo.
Se nos explica cómo los padres de los alumnos de primaria están más a favor de la jornada partida a diferencia de los profesores que apoyan la jornada completa; pero lo realmente importante y el tema central es que los alumnos no están capacitados entre sus 6 y 12 años a aguantar tantas horas seguidas de clase.
Para finalizar este texto nos habla de que si se produce una buena organización con respecto a los recursos humanos podríamos llegar a encontrar un jornada que se ajustase a las necesidades de los padres, de los alumnos y de los profesores.

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