La jornada escolar
En este asunto entran en juego diversos intereses. Los que se manifiestan de forma más expresiva corresponden a los docentes, que desde hace tiempo manifiestan su deseo de ir hacia la jornada intensiva, y a los padres, que en general prefieren la jornada partida. Pero además están los alumnos. Y cabe preguntarse si las niñas y niños que acuden a las clases de Primaria están en condiciones de afrontar seis horas seguidas de actividad escolar.
La clave está en cómo se organizan los recursos humanos con que cuentan los centros, y sobre todo en que dichos recursos sean suficientes para la meta educativa que se persigue. Si las plantillas son las adecuadas en número y en cualificación, no parece imposible acordar una jornada escolar apropiada para los alumnos y sus familias... y para los profesores. Será la alternativa más lógica.
COMENTARIO DEL TEXTO
Uno de los temas que íbamos a tratar en la clase de organización era las jornadas continuas y partidas, de lo cual trata el anterior artículo.
Se nos explica cómo los padres de los alumnos de primaria están más a favor de la jornada partida a diferencia de los profesores que apoyan la jornada completa; pero lo realmente importante y el tema central es que los alumnos no están capacitados entre sus 6 y 12 años a aguantar tantas horas seguidas de clase.
Para finalizar este texto nos habla de que si se produce una buena organización con respecto a los recursos humanos podríamos llegar a encontrar un jornada que se ajustase a las necesidades de los padres, de los alumnos y de los profesores.
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